PorIvana Kvesic | Reportera de Christian Post Traductor Cristina Rossetti
Líderes cristianos en Myanmar concluyeron las negociaciones con el gobierno central del país el jueves al anunciar un histórico acuerdo de alto al fuego.
(Foto: REUTERS)
Birmanos que viven en Malasia muentran pancartas en señal de protesta contra el presidente de Myanmar Thein Sein frente a la embajada de Myanmar en Kuala Lumpur.
El acuerdo de alto el fuego entre el gobierno de Myanmar y los líderes de la predominantemente cristiana Unión Nacional Karen (UNK) es un primer paso en lo que seguramente será un largo proceso de paz.
No está claro qué concesiones fueron hechas por el grupo de lucha, pero ambas partes decidieron abrir oficinas de comunicación y permitir el paso por los territorios, en general, frustrados por las milicias y la violencia.
El nuevo desarrollo llega sólo meses después de que la administración de Obama envió a la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, en una visita diplomática.
"Queremos que este país ocupe su lugar justo en el mundo", dijo Clinton, mientras estaba en el país asolado por conflictos.
Aunque las conversaciones resultaron en un cambio notable para sofocar la violencia que ha asolado el país y el estado de Karen por más de 60 años, persisten muchas inquietudes sobre losderechos humanos y las libertades en el país.
Escuchamos al presidente (Birmania) que tiene buenas intenciones a trasladar al país a la democracia, pero los indicadores que tenemos dicen algo diferente, sobre todo la ofensiva militar contra la población civil de Kachin, "agregó.
Ryan Morgan, un oficial de defensa en International Christian Concern (ICC) hizo eco de una precaución similar a principios de la semana durante una entrevista con The Christian Post.
"Queremos que el Occidente y los Estados Unidos sean cautos", dijo Morgan. "El hecho es que todavía hay una considerable cantidad de combates en el estado de Kachin en este momento y ni siquiera estamos seguros de si el gobierno tiene el control de los militares en algunas áreas."
De acuerdo con la Corte Penal Internacional, los cristianos en el país se han enfrentado violaciones, asaltos, saqueos y otras violaciones graves de derechos humanos patrocinadas por el estado, en la lucha del gobierno por mantener su reinado en el poder.
Los informes de violencia, persisten en el estado de Kachin, predominantemente cristiana, aunque el presidente de Myanmar, Thein Sein, ordenó un alto al fuego en diciembre, después de que más de 7.000 personas fueran desplazadas de sus hogares debido a la violencia.
Sin embargo, hay mucha esperanza en nombre de la comunidad internacional de que las conversaciones de Karen sean el primer paso en la construcción de una paz duradera en Myanmar.
"ICC está muy entusiasmado con la posibilidad de cambios y los estamos observando muy de cerca. Creo que es importante, sin embargo, que la comunidad internacional y otras organizaciones se mantengan al tanto de la situación de los cristianos que viven en Birmania y la persecución que enfrentan", dijo Morgan.
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