terça-feira, 29 de dezembro de 2009
¿Quién me habla?
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. – Juan 10:27
En la mayor parte de tu vida, no ha sido un problema saber quién estaba hablando contigo. Generalmente tenías a quien mirar y aun cuando no, las voces importantes en tu vida fueron reconocidas fácilmente.
Entonces llegaste a ser cristiano. Ahora hay dos voces muy importantes en tu vida. Pero no puedes ver las caras de ninguna de ellas, y tal vez encuentres difícil distinguir sus voces, especialmente porque una de ellas a menudo trata de hacer creer que es la otra. De manera pues ¿quién está hablando contigo, Dios o Satanás?
¡No te desesperes! Es posible discernir entre uno y otro, aun cuando Satanás esté imitando a Dios. Ante todo, Dios nunca te dirá que hagas algo contrario a Su Palabra. De modo que si estás inseguro, toma tu Biblia. Entonces, considera los resultados de la siguiente voz. ¿Te atrae el método sugerido hacia la Santidad? ¿Le aumentará o le restará a tu servicio y relación con Dios? ¿Tiende a la abnegación de ti mismo o a la indulgencia de ti mismo?
Considera también el tono de la voz. La voz de Satanás puede llegar a ser irritante. Él empuja y golpea, se reitera a sí mismo, y algunas veces recurre a la intimidación y a vociferar. Pero Dios usa una voz sosegada. Él no martilla sobre Su punto o se empeña en argumentos. Él guía lo Suyo con una firme pero gentil voz de amor. ¡Y ninguno que siga esa voz alguna vez será desviado!
Versos de Enlace
Juan 8:44; 10:1-15; 2 Corintios 11:14; 1 Timoteo 4:1
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